La democracia se degrada en el Ayuntamiento de Icod por culpa de la secretaria (malo)

No hay nadie que pueda parar los desmanes del alcalde socialista y su troupé de freakies y demás ralea que puebla esa castigada corporación y sobre todo, esa sufrida población, ya anestesiada y destruidas todas sus esperanzas al descubrir cada día el verdadero talante de los gobernantes y lo que es peor, de quienes los fiscalizan. Pero lo temible es que uno de los diques contra las arbitrariedades y tentaciones políticas, como es el caso de la secretaria municipal, no está ejerciendo de manera clara y rotunda su papel y surge como el brazo armado del alcalde, dispuesta a todo para apuntalarlo, para darle esa cobertura legalista que tanto necesita para justificar sus terribles incompetencias. Y como tal sigue equivocándose: esta vez se comió a dos concejales que asistieron al pleno del 29 de enero de 2013 y que no figuran el certificado en el cual “da fe” del acuerdo, nada menos que para mandarlo al Tribunal de Cuentas. No es el primer error de la secretaria general que en el pleno de julio, se olvidó de que había que votar una enmienda y, lo que es peor, lo ocultó hasta que la oposición se dio cuenta. Uno de los sufridores habituales de los olvidos de la Secretaria es el concejal díscolo del PSOE José Alberto Ruiz al que Cheo no le paga las dietas por asistencia a los plenos porque Mónica se olvida habitualmente de incluirlo en las actas. Además de esta salvajada, porque no tiene otro nombre, hay que apuntar que en el pleno de enero pudimos ver como la secretaria general de Icod decía que el nombramiento de abogado para defender al Ayuntamiento de Cheo era ilegal porque le correspondía hacerlo al propio Cheo y un poco mas tarde, en el punto 16, consideraba legal que el pleno acuerde pagar el abogado al ex concejal Rivero. ¿En qué quedamos doña Mónica? Pero todo esto es inútil. No hará nada y seguirá en su línea, hurtando a los ciudadanos sus verdaderas funciones, tal como establecen las leyes, que ella, no sabemos porque, se olvida de seguir. Ya la historia la juzgará, mientras se lo contamos, por si acaso