El alcalde socialista de Icod le ofrece a Fumero su apoyo, si expulsa a Lázaro León (uf)

Este es el auténtico espíritu de los socialistas tinerfeños, de compañeros asesinando todas las mañanas antes de desayunar a sus congéneres de partido, sin que se les caiga el azúcar por fuera y sin que se les manche el periódico. Por eso el partido está en caída libre y ya nadie se acuerda de los buenos tiempos y los que se acuerdan llevan más de veinte años en el mismo cargo, por lo que les da igual recordarlos o no, eso si, demostrando que como las lapas han sabido adaptarse a cualquier roca, sea cual sea el estado de la mar. Uno de sus ejemplos es el alcalde socialista de Icod, Juan José Dorta Alvárez, más conocido como Cheo y en la intimidad, muchos le ponen este cariñoso y esforzado anagrama LTT, que lleva encima como un castigo (para todos) o como un alegría (para algunas). Este político ya totalmente corrompido y absolutamente entregado al ejercicio del poder en todas sus formas, incluidas las malas, está ahora obsesionado con el ex secretario general de Juventudes Socialistas de Icod, Lázaro León, sobre todo, después que éste ganara en el juzgado esa infantil denuncia que le puso su esclavo, Ramón (tío), que ha hecho el más espantoso de los ridículos, sobre todo por contar con dos personas mediocres y totalmente incapaces. Y como la guerra por el momento la tiene perdida en el interior, ahora busca aliados exteriores. Cheo se posicionó en su día en la batalla por la secretaria general por Javier Abreu y perdió. Y como otros son los que mandan en el partido, se les ha ofrecido, rompiendo lealtades y como siempre acostumbra hacer, se ha ofrecido en numerosas ocasiones al secretario de organización, el imberbe y taimado Manuel González (el que siempre pierde), para apoyarlo en los futuros comités insulares que se celebren, pero con la condición de que se tramite de manera inmediata la expulsión de su enemigo más insistente y verlo fuera del partido. Y lo ha hecho igualmente con el mago peludo políticamente hablando de Manuel Fumero, ese sí que mola como objetivo Birmania, para ver cumplido su sueño. Lo que no sabe Cheo es que esa jugada le puede salir mal y que al final, buscando el odio, se encuentre asesinado políticamente en una cuneta, donde le esperan muchos. Lázaro que ya conoce esta jugada, le está preparando una buena.