jueves, 18 de abril de 2013

El guarda forestal, esclavo de Cheo y Ramón, amenaza de muerte y se pone histérico

El guarda forestal, histérico por que se sepan sus cosas, insulta al director de la Gerencia de urbanismo delante de todo el personal de la gerencia. El guarda forestal que lleva años sin pisar el monte, acostumbrado a hacer lo que le viene en gana porque su familia ha mandado y sigue mandando mucho, no encaja bien la crítica de sus excesos. Lo suyo es estar a la disposición de Ramón para lo que haga falta a cambio de que lo dejen hacer. Además de testigo falso cuando a Ramón le hace falta, hace de vigilante de Urbanismo y todavía no ha denunciado las ilegalidades del aparcamiento de su hermano, donde aparca todos los días el coche de la Gerencia. Como tampoco denunció en su día las construcciones ilegales de su otro hermano. Pero no está acostumbrado a que nada de esto se publique. De ahí el ataque de nervios. Piensa que Ramón tiene que pagarle los servicios prestados y defenderlo, y se indigna ante la pusilanimidad del director. No se ha dado cuenta de que ha sido nombrado precisamente por su servilismo.
Pero el guarda forestal, cuya interesante historia contaremos otro día, cuando profiere amenazas de muerte, traspasa la línea roja y eso le puede costar muy caro. Porque viniendo de donde vienen son amenazas que hay que tomarse muy en serio. No hay que olvidar que le paso en su vida privada y que muchos recuerdan. Estos son los personajes que forman la corte de Cheo.
 
Y como esta historia del guarda forestal trae cola, aquí vemos como lo defienden (uy)


Parece que hemos tocado hueso en relación a una familia afecta al cheísmo. Y aunque no hemos señalado al protagonista, que nos han dicho que es todo un personaje, sin embargo, su hermano se ha dado por aludido y ha mandado esta respuesta al facebook de un periodista, que transcribimos aquí, por su interés: “sin que sirva de precedente, voy a contestar al o la ignorante y valiente que utiliza las redes sociales y el anonimato para sus indocumentados - y por lo tanto inexactos- comentarios. Soy César y mi apellido es Estévez. ¡Y a mucha honra! Supongo que sabrás que mi padre, Marcos Estévez, fue de las pocas personas a la que han dedicado el nombre de una calle, en vida. De mis hermanos, a los que al parecer conoces vagamente, te diré también que me siento muy orgulloso de ellos, porque en sus puestos han luchado por un pueblo mejor. En cuanto a mí, ye diré que he construido, con mi dinero, uno de los mejores aparcamientos municipales de España. Y mi pregunta es: ¿qué has hecho tú por Icod? Otra cosa; de joven leí una sentencia que dice así: “el problema del ignorante no es su ignorancia, sino su esfuerzo por demostrarla”. Y ese, muchacho/a, me parece que es tu caso. Atentamente”. César Estévez Santana”.

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