El abogado de Cheo se va del tiesto y ataca brutalmente a la jueza y a la fiscal ViolánLópez Montero estaba de los nervios.

 Los enormes pagos que se le han hecho con dinero de todos los vecinos de Icod, unido a la desesperación de Cheo, que se ve, fuera de todo, si se celebra juicio oral contra él, han motivado que este curioso letrado, que ha movido sus influencias en favor de su cliente, este dándolo todo para que este comprometido asunto no llegue a bue

n puerto, para desesperación de todos los buenos ciudadanos icodenses, que ven como este brutal y despiadado político socialista, sigue ahí, destruyéndolo todo. Su escrito de defensa, al que este fisgón ha tenido acceso es alucinante. De entrada lo primero que pone lo deja a uno pasmado, que él mismo define como previa: “Investigación inquisitorial por parte de la Fiscalía y el juzgado instructor”. Y se queda tan ancho. Pero como todo acusado, siempre debe ejercerse la mejor defensa, pero aquí el amigo Montero se ha pasado tres pueblos: “en efecto, Fiscalía y Juzgado, en base a una inicial y espuria denuncia de un funcionario- posterior y sucesivamente ampliada sobre nuevos hechos, convierten la legítima investigación de los iniciales hechos objeto de la denuncia, en una auditoria y fiscalización generalizada de la actuación de la actuación municipal llevada a cabo en todo un mandato -2003 a 2007- y de todo el equipo de gobierno en ese mandato (familiares incluido), haciendo del procedimiento una causa general en clara conculcación del artículo 300 y demás concordantes de la ley de Enjuiciamiento Criminal y del principio de intervención mínima o última ratio del derecho penal y en manifiesta contradicción con los propios actos y consideraciones de la propia Fiscalía en informes evacuados por hechos similares en otros procedimientos. En efecto basta observar el volumen de las actuaciones, más de siete mil folios y el tiempo invertido para la instrucción, más de cuatro años, para colegir que su complejidad y dispersión no guardan relación o proporción con los hechos objeto de acusación, sobre todo si se analizan cada uno de ellos por separado, acaecidos en los cuatro años investigados, dando lugar a ello la propia Fiscalía con su inquisitorial actuación –dicho sea con el mayor respeto y en términos de defensa-, al hacerse eco de las múltiples, sucesivas o infundadas denuncias presentadas por la acusación particular, más allá de la defensa de la estricta legalidad, en su afán de encontrar a toda costa, algún hecho, actuación, ilícito penal, más allá de cualquier posible irregularidad administrativa (…) Muestra significativa y fehaciente del contexto inquisitorial en que se plantea la instrucción de este proceso, es la investigación que, en estas mismas actuaciones, se llega a ordenar, en un determinado momento y sin motivación alguna, sobre el patrimonio de mi representado y su familia, buscando, obviamente, y sin causa o fundamento alguno para ello, alguna prueba de ilícitos ingresos o beneficio particular; o incluso abriéndole nuevas diligencias (DP 560/10) por hechos nuevos derivados de la propia investigación, como consecuencia de las sucesivas ampliaciones de la denuncia inicial (DP 560/10), finalmente sobreseídas –como más adelante veremos¬- en el marco, todo ello, de una bochornosa (para mi confidente y su familia) y desmesurada actuación judicial, sin reparar en el daño moral que con ello se ha venido produciendo, todos estos hechos, desde 2007 a mi representado en su prestigio e imagen, tanto pública como privada”. López Montero entra a saco contra la Fiscalía y el Juzgado y se apoya en el fracaso de la Policía Judicial de la Guardia Civil en cuanto a descubrir patrimonio ilícito de Cheo y en un malogrado paso judicial de cohecho que se empezó y no se pudo acabar. Pero aquí no acaba el asunto, basta con este primer bocado a las canillas de la magistrada y a la fiscal que ha llevado este caso. Montero ha estado fino. Lo que cuesta hacía presagiar que se iba a emplear a fondo. La pelea promete ser interesante.