lunes, 21 de julio de 2014

Tanto es el poder de Javier Abreu, que ha metido en la lista al alcalde de Icod (asco)

    D.C
El poder es así. No entiende nada que no sea la ejecución de sus planteamientos, independientemente de lo que arrolle o de lo que se le cuestione. Y Javier Abreu, pletórico y entusiasta, ha considerado que el alcalde de Icod, el socialista Juan José Dorta Álvarez, acusado por delitos de prevaricación y que se va a sentar en un banquillo, cuando Spínola deje de presionar a los jueces y fiscales, debe ir a Madrid a participar en la elaboración de la ejecutiva del nuevo secretario general, que ha dicho cosas como éstas: “Sánchez ha asegurado que, al frente del PSOE, va a “liderar” un discurso de “regeneración política” que, a su juicio, “necesita el país”. “Vamos a ser beligerantes contra la corrupción, no nos va a valer el ‘y tú más’, al contrario, vamos a asumir responsabilidades y, desde luego, en los casos de corrupción que pueda haber en el PSOE, va a haber beligerancia absoluta”, ha garantizado. Como obvian estas palabras y la ejemplaridad a cuenta de este terrible alcalde, un político ya totalmente entregado a sus pasiones, desorbitado, totalmente ajeno a la ley y el orden, haciendo su santa voluntad en el partido y en el Ayuntamiento. Y se basan en una jugada que hizo el PSC-PSOE en el municipio de El Rosario cuando mandaba JFLA y que era no tener piedad y mano dura cuando los cargos judiciales fueran por cohecho y dejarlos quietos cuando fueran por prevaricación. Y así hurtaban a los numerosos cargos socialistas con causas pendientes en el juzgado, de esta regeneración, les permitían estar en las listas y aquí todos tan tranquilos. Y eso es lo que le han aplicado a Cheo (LTT), que ha hecho lo que le ha dado la gana y sigue ahí, con el apoyo ahora del partido y dándole una patada hacia arriba, sin que nadie proteste, sin que nadie diga nada. Ante Pedro Sánchez se sentara un delegado con problemas graves con la Justicia, que durante años, cometió presuntamente mil tropelías y que ahora por ejemplo le niega el salario y con ello el pan para él y su familia, por el único hecho de denunciarlo y llevarlo al juzgado o que busca pagar con dinero público demandas contra el digital que lo cuestiona y lo descubre como lo que es. Ese no es el socialismo que quiere la militancia y el hecho que vaya a Madrid, nos descubre que aquí se sigue aplicando la vieja máxima de las élites dominantes: “cambiarlo todo para que no cambie nada”. Cheo son diez delegados o nueve, depende de los militantes que tenga actualmente. Y eso cuenta mucho. Sus asuntos en el juzgado o los desmanes que haga en el Ayuntamiento dan igual o lo que pasa dentro del partido o lo que hacen sus concejales, cada día más desquiciados, más cercanos a las tinieblas que a la luz. Esta elección, apoyada por Manuel Fumero, otro alcalde, otro compañero de Cheo, demuestra quien manda realmente en el partido. Y habrá más sorpresas, sin duda.

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